El diagnóstico de la posición del ciclo económico, así como la elaboración de escenarios futuros, debe realizarse en base a los indicadores económicos contemporáneos y los índices de expectativas de los diferentes agentes. Si bien los primeros continúan mostrando capacidad para resistir el ciclo económico, los segundos ya muestran una clara moderación. Esta tendencia es observable tanto en la manufactura como en los servicios. Él …
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El diagnóstico de la posición del ciclo económico, así como la elaboración de escenarios futuros, debe realizarse en base a los indicadores económicos contemporáneos y los índices de expectativas de los diferentes agentes. Si bien los primeros continúan mostrando capacidad para resistir el ciclo económico, los segundos ya muestran una clara moderación. Esta tendencia es observable tanto en la manufactura como en los servicios. El endurecimiento acumulativo de la política y las condiciones monetarias está contribuyendo a una mayor intensificación de la desaceleración económica.
Las señales que emanan de los indicadores económicos deben completarse con las emitidas por los mercados financieros. No solo por lo que nos dicen los precios, sino porque lo que les pasa impacta en el ciclo económico. Es cierto que, como se ha ido comprobando a lo largo de los años, los mercados financieros no siempre aciertan, es más, en la mayoría de los casos se equivocan. Pero insistimos en que en un análisis completo de la situación no pueden omitirse, sobre todo cuando generan señales muy claras.
Un ejemplo de esto es la pendiente de la curva de rendimiento de los bonos soberanos. Se mide por la diferencia de rentabilidad entre las referencias de largo plazo (10 o 30 años) y las de corto plazo (dos años). Normalmente, la pendiente es positiva (del orden de 50 puntos básicos), pero evoluciona al ritmo que lo hace la política monetaria. Así, lo que queremos destacar es que la pendiente de la curva es un buen estimador de las expectativas del mercado sobre la evolución de los tipos de interés de referencia. Y si estos son del ciclo económico, entonces podemos decir que, indirectamente, la pendiente de la curva mide lo que los inversores creen que va a pasar con el PIB.
Es importante hacer esta matización, y más en el momento actual en el que la pendiente ha alcanzado niveles negativos sin precedentes en su magnitud. Históricamente, una pendiente negativa ha sido un indicador principal de una recesión. Pero ahora el mercado no estaría descontando ese escenario, sino uno de recortes de tipos de interés por parte de los bancos centrales a partir de principios de 2024. ¿No es esa la primera señal de recesión? No estamos de acuerdo, o, al menos, lo matizaríamos. Compartimos el diagnóstico de que detrás de la pendiente negativa hay una expectativa de recortes por parte de la Fed y el BCE, pero sería una reacción a la consecución de los objetivos de inflación y a haber fijado los tipos de interés en un nivel excesivo, mientras que se avanzaría realizado en la reducción del tamaño del balance.