El ahorrador español es conservador. Según los datos del Banco de España (BdE), en diciembre guardaba más de un billón de euros en efectivo, cuentas a la vista y depósitos a plazo fijo sin rentabilidad alguna, que pierde poder adquisitivo cada segundo que pasa por culpa de la inflación. Sin embargo, el regreso de la remuneración a activos considerados seguros ha dejado una imagen poco habitual. En enero, ese billón de euros se redujo a un ritmo sin precedentes, con la salida de 13.100 millones de euros -la mayor retirada mensual de la serie histórica-. Parte de este dinero se ha canalizado hacia los fondos de inversión, sobre todo de renta fija, pero otra parte significativa ha ido a parar a las deseadas Letras del Tesoro, cuyo interés ha superado esta semana el 3% por primera vez desde 2012.
A pesar de la seguridad que ofrecen las Letras, los expertos recuerdan que no todo son ventajas: “El mínimo de inversión, el gravamen de los rendimientos obtenidos y el riesgo de liquidez en el mercado secundario son algunos de los principales inconvenientes que plantean”, explican en Andbank. Por ello, para los inversores que quieran dar un paso más allá, otra posibilidad es aprovechar estas rentabilidades que ofrecen las Letras, evitando los inconvenientes de invertir de forma directa, a través de los fondos de inversión.
elEconomista.es ha solicitado a gestoras y asesores financieros sus propuestas de carteras, formadas mayoritariamente por fondos de renta fija, con las que un inversor puede superar la rentabilidad de una Letra a 12 meses. Miguel Camiña, CEO de Micappital, recuerda, no obstante, que “en estos momentos es fundamental no dejarse llevar por la inercia del mercado hacia la renta fija, ni por las emociones. Periodos como este, en el que de repente un activo se pone de moda, pasan bastante frecuentemente. El más sonado fue el auge de las criptomonedas. Pero es muy importante recordar que cada persona es diferente y tiene una percepción del riesgo distinta”.
Algunas de las carteras sugeridas ofrecen tires del 4%. Es el caso de la de Andbank o la de Renta 4. “Dentro del universo de fondos de renta fija, seleccionaríamos estrategias que, en agregado, nos permitirían diseñar una cartera con una elevada diversificación, una TIR superior a la ofrecida por otros activos, como la Letra del Tesoro a 12 meses, y sin asumir más riesgo de tipos de interés”, comentan en Andbank.
La estructura de su cartera sería la siguiente: “Utilizando las estrategias más defensivas de Nordea (Nordea Low Duration European Covered Bond), DWS (DWS Euro Ultra Short Fixed Income) y DP (DP Ahorro) como posiciones estructurales y las ideas de crédito y baja duración como recurso para aprovechar las emisiones de crédito IG [grado de inversión] que ofrecen una relación retorno/riesgo atractiva, obtendríamos una cartera con una TIR de un 4%, con una duración ligeramente superior a los 12 meses, una sensibilidad a los movimientos en los diferencias de crédito de 1,5 y una calificación crediticia media de grado de inversión que nos permitiría superar la rentabilidad de las Letras del Tesoro”, detallan -consultar tabla inferior para conocer los nombres de todos los fondos y pesos-.
En el caso de Renta 4, José Hinojo, gestor de activos del banco, plantea dos opciones de cartera con tires, también, del 4%. Una de ellas, más diversificada globalmente dirigida a patrimonios más altos, que está compuesta por siete fondos, mientras que otra es más concentrada, y está formada por cuatro productos, a los que otorga un peso del 25% a cada uno. Se trata de R4 Renta fija, Evli Corporate Bond, Vontobel TwentyFour Absolute Return Credit y R4 Valor Relativo.
Crédito a corto plazo
Desde Tressis, Samuel Pérez, analista de inversiones, recomienda como alternativa incluir en las carteras fondos de corto plazo centrados en crédito europeo. La razón es que el carry ya es lo suficiente elevado como para compensar los movimientos del mercado, especialmente si se tiene un horizonte temporal de entre 12 y 24 meses. Pero hay más motivos: “El pull to par [el efecto en el que el precio de un bono converge al valor nominal a medida que pasa el tiempo] es otro factor que nos beneficia, puesto que los bonos vencen a la paridad y, a medida que se acerquen a su vencimiento, los precios de estos tenderán a situarse en niveles de 100″, señala.
Pérez recuerda que el mercado está descontando seis subidas de tipos por parte del BCE para este año y cinco en el caso de la Fed: “La parte corta de la curva parece que ya ha descontado gran parte de esas subidas y los spreads corporativos continúan ofreciendo oportunidades de entrada porque se sitúan por encima de su mediana desde 1999, pero sus fundamentales son mucho mejores: el apalancamiento no había sido tan bajo desde el 2000 y la cobertura de intereses o la inversión en capital fijo también están en niveles muy saludables por lo que estos niveles podrían ser un punto de entrada atractivo”, detalla. Además, indica que las empresas cuentan con un nivel de liquidez elevado y no hay un muro de vencimientos próximo, sino que tienen sus balances saneados con refinanciación asegurada para los próximos dos años.
De esta forma, los fondos escogidos por Tressis son cinco, todos ellos con el mismo peso, del 20%: Muzinich enhanced yield Short Term, un fondo de renta fija de corto plazo que busca proteger el capital tanto en términos nominales como reales, tratando de generar rentabilidades que se sitúen por encima de la deuda gubernamental de duración similar; BGF US Dollar Short Duration Bond Fund, que invierte en renta fija americana de corta duración; Evli Short Corporate Bond, que se centra principalmente en bonos denominados en euros, con un vencimiento medio inferior a 2,5 años y podrá incluir tanto emisiones corporativas como de bancos, centrándose en el cupón; Mutuafondo, un fondo de renta fija diversificada de corto plazo denominado en euros, y Neuberger Berman Ultra Short Term Bond; de renta fija a corto plazo que tiene por objetivo superar la rentabilidad de su referencia de manera anual y con una volatilidad máxima del 1%.
En cambio, la propuesta de atl Capital para un perfil conservador con un plazo de 12 meses estaría compuesta por 5 fondos de inversión, en la que se combinan fondos monetarios con fondos de alta calidad crediticia con menor y mayor duración que invierten en bonos corporativos y de gobierno. “Los fondos seleccionados se complementan entre sí por tipo de bonos, duración y sectores y componen una cartera muy diversificada por emisores y tipo de emisiones, a lo que se añade que no tiene riesgo divisa”, explican. En su caso, darían un peso del 40% a atl Capital Corto Plazo, un fondo monetario que invierte en letras del tesoro, pagarés, depósitos y renta fija a muy corto plazo; un 10% a Mutuafondo, un 10% a Axa Euro Credit Short Duration, cuya diferencia con Mutuafondo, explican, es que siempre invierte en crédito a corto plazo y no utiliza derivados; un 20% a BGF Euro Short Duration Bond, invierte una parte del patrimonio en bonos gubernamentales que pueden actuar como valor refugio en momentos adversos del mercado; y un 20% a M&G Euro Corporate Bond, “ya que tiene un poco más de duración que los demás e invierte también en el universo europeo de bonos corporativos”, detallan.
Más carteras
Otra posibilidad a la que ven sentido los asesores financieros en estos momentos es incluir fondos mixtos en las carteras. “Desde Argenta Patrimonios recomendaríamos fondos mixtos defensivos o 50-50 antes que 100% renta fija”, indica Santiago García. En su caso se decanta por incluir a DWS Concept DJE Alpha Renten Global LC, Cartesio X, DJE – Zins & Dividende I (EUR) y Dunas Valor Cauto/prudente, un fondo alternativo-multiestrategia. Todos ellos con el mismo peso. “Con una combinación de cualquiera de estos 4 fondos deberíamos estar por encima de la rentabilidad que ofrecen las letras a 12 meses”, puntualiza.
Para quien busque una cartera con menos fondos, Félix González, socio director de Capitalia Familiar, propone una. “En estos momentos de mercado nuestra cartera estaría compuesta únicamente por los dos siguientes fondos: DNCA Invest – Alpha Bonds I EUR y Lazard – Credit Opportunities PVC. Más adelante, cuando el proceso de subida de tipos estuviera más avanzando, daríamos entrada a otras alternativas adicionales”, detalla.
Una fórmula general
También existen fórmulas a tener en cuenta para los inversores que deseen elaborar la cartera por su cuenta, eligiendo por ellos mismos el tipo de producto que incluyen. “Construir una cartera conservadora que bata la inflación es un juego de matices con una fórmula sencilla y efectiva. La base es un 80% que no ha perdido nunca, un 10% que pierde dinero ocasionalmente y un 10% que puede hacerlo, pero no que normalmente no lo hará”, desarrolla Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep Finance.
Dentro de ese 80% aconseja elegir dos de los siguientes activos: letras del Tesoro a 6 meses, a 1 año o fondos monetarios. “Esa combinación ya puede ofrecer una rentabilidad adicional del 1% frente a las Letras del Tesoro nacionales y conseguir en el entorno actual un 3% de rentabilidad”, apunta. El 20% restante lo divide en dos partes del 10%. Un 10% aportará algo más de potencial de crecimiento, pero seguirá siendo muy estable. “Para esta parte de la cartera volveremos a elegir hasta dos productos de entre la siguiente oferta: Deuda pública a medio plazo, como un bono a 2 años que ahora mismo ofrece una rentabilidad neta en torno al 3,4%, fondos de renta fija a medio, o a largo plazo”, detalla. El último 10% de la cartera es “para la parte más picante, la que más rentabilidad debe ser capaz de sumar”, comenta.
Las opciones de Alvargonzález para este 10% son fondos indexados para quienes no quieren complicaciones y buscan entrar en mercados que han caído mucho y son atractivos, fondos de renta variable de gestión activa, fondos de renta variable centrados en el dividendo o fondos long-short que pueden ponerse cortos y largos según sea recomendable.