- La última reunión del año revelará si bajará tipos en la primera o segunda mitad de 2024
- Los analistas esperan que confirme esta semana que los tipos han tocado techo
- El organismo adelantará dos trimestres el final de las reinversiones del PEPP
Llegó el momento de cerrar el año 2023 para el Banco Central Europeo (BCE), con una reunión, la de este jueves, que estará marcada por los últimos datos de inflación, los de noviembre, en el 2,4%, un ritmo lo suficientemente bajo para que el organismo pueda sacar pecho. La institución ha tenido éxito en los últimos meses en su labor de meter en cintura una inflación desbocada, evitando, al menos hasta ahora, que la economía de la zona euro descarrile, y lo ha hecho siguiendo un guion bien anticipado para los mercados, evitando durante todo el año dar grandes sustos a los inversores. Así fue la última reunión del BCE.
En este contexto llega el BCE al último encuentro del año, en el que evitará, a pesar de todo, lanzar un mensaje triunfalista. Haciendo gala de la prudencia que caracteriza al Consejo de Gobierno en los últimos tiempos, lo más probable es que el BCE confirme que la situación está bien encarrilada, aunque sigue habiendo riesgos al alza para la inflación, y a la baja para el crecimiento económico. El consenso de analistas que recoge Bloomberg cree que Lagarde confirmará que los tipos de interés han tocado techo, pero muchos expertos destacan que la llegada del primer recorte en el precio del dinero no será tan pronto como lo descuentan los mercados. Una cosa es descartar más subidas de tipos, y otra muy distinta plantear el comienzo del proceso de recorte.
Lo que está claro es que, hasta el momento, los políticos monetarios de la zona euro han conseguido enfriar el crecimiento de la inflación sin generar una grave recesión en la economía europea, el gran peligro del que habían avisado los analistas cuando comenzó el proceso de endurecimiento de tipos, el más rápido de la historia del BCE. A pesar de todo, existe un peligro claro de que la economía de la zona euro entre en una recesión en los próximos meses, y la última encuesta a analistas de Bloomberg así lo confirma. Según los expertos, las estimaciones de crecimiento del PIB para 2023 y 2024 se van a revisar a la baja esta semana, y estas ya veían de un terreno peligroso: el 0,7% para este año, y apenas del 1% para el que viene.
Los analistas no comparten el escenario de los inversores
Los inversores han puesto en precio una bajada de tipos muy agresiva por parte del BCE, que encajaría más con un escenario de fuerte recesión que con uno de moderación del crecimiento. Según los inversores, el organismo llevará a cabo la primera bajada de tipos en marzo del año que viene, y repetirá este movimiento otras cuatro veces más durante 2024, completando un recorte de 125 puntos básicos hasta el mes de octubre.
Sin embargo, el consenso de analistas que recoge Bloomberg apunta a que la bajada de tipos llegará en junio, y que sólo habrá otras dos posteriores en 2024, una en septiembre, y otra en diciembre, para cerrar el año. “Esperamos que el BCE recorte tipos sólo cuando esté totalmente seguro de que el crecimiento de los salarios está desacelerando lo suficiente, y cuando sus propias previsiones macroeconómicas apunten a que la inflación caerá por debajo del objetivo en el corto plazo, algo que nuestro escenario base contempla sólo a partir de junio”, explican desde Citi.
El consenso de analistas espera que la bajada de tipos llegue en junio y que sólo haya otras dos más en 2024
En este sentido, la actualización del cuadro de previsiones macro que llevará a cabo el BCE en la reunión de esta semana, la primera desde septiembre, ayudará a poner en el calendario la hoja de ruta que está esperando el organismo. “Es probable que la presidenta del BCE, Christine Lagarde, deje claro, sobre todo en la rueda de prensa de la reunión de esta semana, que los recortes de tipos aún no están en la agenda. Es probable que las previsiones de crecimiento e inflación para 2024 se revisen a la baja, y el objetivo de inflación del 2% podría alcanzarse ya en 2025. No obstante, es demasiado pronto para declarar la victoria sobre la inflación”, consideran desde DWS