- El banco mantiene los tipos en el 5,25% por tercera reunión consecutiva
- Ninguno de los tres halcones que pedía subir los tipos ha ‘tirado la toalla’
- El mercado ya compraba cuatro recortes en 2024, el primero en mayo
El Banco de Inglaterra (BoE) ha decidido este jueves dejar los tipos de interés por tercera reunión consecutiva en el 5,25%, el máximo desde abril de 2008,y nivel en el que los dejó el pasado agosto. Más allá de lo esperado de la decisión, el interés de la cita residía, como en los otros bancos centrales occidentes que se han reunido esta semana (la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo), en la búsqueda de posibles pistas sobre recortes de tipos en 2024. En ese sentido, los funcionarios del BoE han dejado claro que, aunque se haya llegado al techo en los mismos, el recorrido por esta ‘meseta’ (en célebre metáfora de su economista jefe, Huw Pill) será más largo de lo que esperan los mercados.
La siempre muy observada votación del Comité de Política Monetaria (CPM) ha arrojado una mayoría de seis miembros optando por mantener los tipos en sus actuales niveles y una minoría de tres miembros defendiendo subirlos en 25 puntos básicos hasta el 5,5%. El resultado de la votación es el mismo que en la reunión de noviembre. Los miembros que han abogado por tipos más altos han sido Catherine Mann, Megan Greene y Jonathan Haskel. El gobernador, Andrew Bailey, ha votado a favor de dejar las tasas como están.
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Los funcionarios del BoE persisten en el mensaje del higher for longer (tipos más altos por más tiempo) justo el día después de que la Fed de EEUU abriese el paso a recortes en 2024 y antes de que el BCE se pronuncie más tarde este jueves. Las autoridades monetarias británicas desafían así unas apuestas de mercado que descontaban antes de la reunión casi cinco bajadas de tipos en 2024 (algo menos de 125 puntos básicos) con un primer recorte en mayo. Estas expectativas se han visto exacerbadas en las últimas horas por el tono más dovish (acomodaticio) emitido por la Fed anoche.
Tras la decisión de este jueves, la libra ha extendido sus ganancias frente al dólar estadounidense, mientras que los rendimientos de los bonos han limado su caída previa (provocada por las noticias desde EEUU). Los operadores han moderado sus apuestas sobre los recortes de tipos el próximo año y ven ahora alrededor de 110 puntos básicos (al menos cuatro bajadas) de relajación monetaria.
En su declaración, el comité ha repetido su orientación de que podría volver a subir los tipos “si hubiera pruebas de presiones inflacionistas más persistentes”, ya que el crecimiento de los precios sigue siendo más del doble del objetivo del 2% (el IPC de octubre fue del 4,7% interanual frente al 3,2% de EEUU ese mes o el 2,9% de la eurozona).
“Hemos recorrido un largo camino este año, y las sucesivas subidas de tipos han contribuido a reducir la inflación desde más del 10% en enero hasta el 4,6% en octubre”, ha dicho Bailey en una declaración publicada junto a la decisión que “aún queda camino por recorrer” en la lucha por controlar la inflación. “Pero aún queda camino por recorrer. Seguiremos observando de cerca los datos y tomaremos las decisiones necesarias para que la inflación vuelva al 2%”.
Los responsables de la fijación de tipos han señalado que la senda a corto plazo de la inflación fue “algo inferior a la prevista” en noviembre y han reconocido que están observando “noticias a la baja” en el crecimiento de los salarios del sector privado. Sin embargo, han alertado contra una interpretación excesiva de los datos salariales y avisan de que existen riesgos al alza para los salarios, incluido el aumento previsto del Salario Nacional para una Vida Digna
También han planteado que es “demasiado pronto para concluir que la inflación de los precios de los servicios y el crecimiento salarial se encuentran en una firme senda descendente”. A los responsables políticos les sigue preocupando que la rigidez del mercado laboral alimente una inflación persistente, ya que este crecimiento anual de los salarios sigue siendo superior al 7%.
Al mismo tiempo, los economistas apuntan a que la economía británica está coqueteando con la recesión a medida que la crisis del coste de la vida y el agresivo endurecimiento monetario llevado a cabo hacen mella (515 puntos básicos desde diciembre de 2021), una perspectiva sombría para el primer ministro, el conservador Rishi Sunak, de cara a las elecciones generales previstas para el año que viene. El BoE prevé ahora un PIB plano en el cuarto trimestre de 2023 tras la contracción de la economía en octubre (-0,3%), lo que supone una revisión a la baja del crecimiento trimestral del 0,1% previsto en sus previsiones de noviembre.
“A diferencia de la Fed, el BoE se muestra claramente reacio a respaldar los precios del mercado de recortes de tipos en 2024. El banco ha reiterado que los tipos deben seguir siendo restrictivos durante bastante tiempo, pero los mercados probablemente tengan razón al esperar recortes para el próximo verano”, valora James Smith, economista de ING, en una nota para clientes posterior al comunicado del BoE.
ING: “Los mercados probablemente tengan razón al esperar recortes para el próximo verano”
“Hoy solo hemos tenido comunicado y actas, sin rueda de prensa ni nuevas previsiones. Esto significa que las posibilidades de que el banco modificara las expectativas del mercado iban a ser limitadas. Aun así, no hay nada particularmente dovish en la decisión de hoy. Tres de los nueve miembros del Comité votaron a favor de una subida inmediata de los tipos, lo que es un reflejo de la decisión de noviembre. Existía el riesgo de que uno o dos de esos halcones decidieran tirar la toalla y sumarse a los que votan por la no subida”, añade el analista.
Smith también destaca que el BoE ha optado por no cambiar ninguna de sus orientaciones futuras, es decir, las declaraciones sobre la futura dirección de la política monetaria: el banco ha repetido que los tipos deben “ser restrictivos durante un largo periodo de tiempo”. “Esto no es sorprendente, pero es otra señal de que el banco no se siente totalmente cómodo con los precios de mercado de los recortes de tipos. El gobernador Bailey lo dejó bastante claro en los comentarios que hizo a principios de este mes”, remacha el economista del banco naranja.
Pese a todo, Smith cree que los mercados tienen razón: “El propio ha reconocido que tanto el crecimiento de los salarios del sector privado como la inflación de los servicios han bajado más de lo esperado. Aunque es probable que la inflación de los servicios se mantenga en el 6% a principios del próximo año, esperamos que tanto esta como el crecimiento salarial alcancen el 4% el próximo verano. Creemos que será un catalizador para que comiencen los recortes de tipos”. Su previsión es que el BoE empezará a recortar en agosto de 2024, pero no descarta que esta fecha se adelante si la Fed o el BCE inician en marzo o abril sus bajadas de tipos.
“El sesgo de línea dura del BoE tiene sentido, ya que no quiere que las expectativas de tipos del mercado se inclinen aún más a favor de una bajada de tipos más temprana. Eso relajaría las condiciones financieras y socavaría sus intentos de sofocar la inflación. Pero no estamos seguros de que esto nos diga gran cosa. Son los datos los que decidirán cuándo se recortan los tipos. Por nuestra parte, seguimos pensando que las persistentes presiones inflacionistas harán que los tipos se mantengan en su máximo del 5,25% durante más tiempo de lo que estiman la Fed, el BCE y el mercado británico actual. Pero pensamos que cuando se bajen los tipos se reducirán aún más, hasta el 3,% a finales de 2025, y no hasta el 3,5% como anticipan los inversores”, escribe en un comentario rápido Ruth Gregory, analista de Capital Economics.