- El sueldo de los funcionarios supone el 51,7% del gasto de producción de España
- Nuestro país se sitúa como el octavo Estado que más gasta porcentualmente en este aspecto
- El gasto promedio en compras de bienes y servicios fue del 44,1%
Los Estados, dentro de sus presupuestos, incluyen un apartado de gasto para los costes puramente operativos de los gobiernos. Estos son los gastos públicos en los bienes y servicios que utiliza el Ejecutivo. Dicha partida incluye la compensación de los empleados públicos (es decir, los salarios). En nuestro país se destinó en 2021 el 51,7% del total del gasto en los salarios de funcionarios y personal contratado, 8,5 puntos porcentuales por encima de la OCDE, que utiliza el 43,2% del total.
Nuestro país se sitúa de este modo como el octavo Estado que más gasta porcentualmente en este aspecto, solo por detrás de México (72,7%), Costa Rica (70,9%), Lituania (55,1%), Dinamarca (53,7%), Portugal (53%), Eslovenia (52,1%) e Islandia (52%), que lideran la lista. Por detrás, cierran esta lista de gasto en compensación Japón (23,5%) y los Países Bajos (29,4%). Los gastos salariales no están necesariamente relacionados con la estructura del gobierno. “Por ejemplo, Irlanda (47,1%) y Canadá (48,8 %) gastaron proporciones muy similares en compensación, a pesar de que Irlanda tiene un gobierno unitario y centralizado y Canadá un sistema federal”, dicen desde la OCDE.
Del mismo modo, el porcentaje del PIB nacional que se destina al gasto en compensación supuso el 12,2%, unos 147.192 millones de euros. Mientras, la media de la OCDE gasta el 9,3% en el pago de salarios a funcionarios.
Finlandia (31,1%), Islandia (30,3%) y Suecia (29,5%), todos países escandinavos, gastaron la mayor proporción del PIB en costos de producción entre los países de la OCDE. Esto refleja tanto su provisión generalizada de servicios financiados con fondos públicos como sus costos relativamente altos. México (11,8%), Colombia (16,8%) y Chile (16,8%) gastaron la menor proporción del PIB en costos de producción.
Los costos de producción del gobierno cayeron en 25 de los 27 países para los que hay datos disponibles en 2022, en un promedio del 1,1% del PIB. Esta caída puede deberse a que algunos servicios públicos prestados en respuesta a la pandemia de COVID-19 ya no eran necesarios, o al aumento del PIB a medida que los países se recuperaban, o a ambos.
Bienes, servicios y gastos subcontratados
En la estadística, el organismo internacional también incluye la compra de bienes y servicios (por ejemplo, suministros para escuelas y hospitales). No incluyen el gasto público que no implica la compra de un bien o servicio (por ejemplo, gasto en bienestar social, prestaciones por desempleo y otras transferencias). La subcontratación es la porción de los costos de producción del gobierno que se utiliza para comprar bienes y servicios de entidades fuera del gobierno, es decir, compras del gobierno a empresas privadas y otras agencias.
El gasto promedio en compras de bienes y servicios fue del 44,1% de los costos totales de producción. En España, por la cantidad de personas que conforman el empleo público, esta se reduce en 6,6 puntos porcentuales (37,5%).
Respecto a los gasto subcontratados, los gobiernos invirtieron de media el 9,5% del PIB. De esto, el 6,2% del PIB se gastó en pagar a actores no gubernamentales para que proporcionen bienes y servicios utilizados directamente por el gobierno. El 3,3% del PIB se gastó en bienes y servicios proporcionados al público por contratistas no gubernamentales, pero financiados por el gobierno. Estos pueden incluir atención médica, vivienda, transporte y educación. En 22 de los 27 países donde se dispone de datos, los costes de externalización cayeron notablemente en 2022, en una media del 0,3% del PIB. En este aspecto, nuestro país invierte un 10,9%, por encima de la media.
Las diferentes estructuras de gasto pueden reflejar diferentes decisiones nacionales en cuanto a si los bienes y servicios son proporcionados directamente por el gobierno o, en cambio, subcontratados. “Por ejemplo, mientras que ambos gobiernos tienen tamaños similares como porcentaje del PIB, los Países Bajos gastan mucho más en financiar bienes y servicios proporcionados al público por contratistas subcontratados (10,5% del PIB) que Dinamarca (1,2% del PIB). Como reflejo de esto, Dinamarca gasta una proporción mucho mayor de los costos de producción en la compensación de los empleados del gobierno (53,7%) que los Países Bajos (29,4%)”, dicen desde el organismo.