Desde que el mercado contempla la posibilidad de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) posponga a más allá de septiembre la ansiada bajada de tipos de interés, el dólar ha vuelto a establecerse como la divisa dominante del mercado. El euro se sitúa al cambio por debajo de los 1,09 dólares lo que implica un recorte del 3,4% desde su máximo del año, alcanzado a mediados del mes pasado sobre los 1,12 dólares. Así, en lo que va de 2023 el euro retrocede frente a la divisa norteamericana un 1,3%.
No obstante, no ocurre solo con la divisa común de la eurozona. La cesta de las 10 grandes referencias del mercado frente al dólar también retrocede frente al billete verde aunque a la larga la libra, el euro o el yen japonés tenderán a recuperar terreno, pues se espera que la política monetaria de estas regiones sea más restrictiva durante más tiempo que en EEUU.
Hay una incógnita por resolver esta semana con el encuentro de banqueros centrales en Jackson Hole. ¿Qué mensaje lanzará el presidente de la Reserva Federal el viernes? El año pasado aprovechó el encuentro en Wyoming para reforzar la idea de la necesidad de una política monetaria más restrictiva, y este, según la última encuesta que ha lanzado Bloomberg a analistas, seguirá una línea similar.
No es que Powell vaya a confirmar que habrá más subidas de tipos en Estados Unidos; lo que esperan los analistas es que el presidente de la Fed confirme que el precio del dinero se mantendrá en los niveles actuales durante un largo periodo de tiempo, para conseguir que la inflación llegue al nivel objetivo del organismo, el entorno del 2%. Esto es lo que opina el 82% de los analistas encuestados, mientras el 10% cree que optará por empezar a introducir el mensaje de una próxima bajada de tipos. El resto, el 8%, cree que optará por otro tipo de opciones, sin definir.
Aunque es cierto que se está terminando el proceso de subida de tipos, y la Fed es consciente de ello, no se puede descartar que todavía quede un incremento en el tintero, algo que encajaría con el mensaje de junio de la Fed, en el que dejó claro que esperaban dos aumentos más en 2023. Uno lo hicieron en julio, y el otro quedaría pendiente para las reuniones que quedan antes de diciembre.
Tipos reales restrictivos
Es posible que la Fed decida que no es necesario volver a aumentar los tipos, y contradiga su opinión de junio, ya que, aunque el organismo no esté subiendo tipos en las últimas semanas, estos están cada vez en una situación más restrictiva. Esto se explica porque el interés real de la deuda estadounidense sigue subiendo. El efecto de la inflación es cada vez más pequeño (se descuenta la inflación media de un periodo de tiempo al tipo nominal para calcular el tipo real), y ha llevado al tipo de interés real del bono a superar el 2% esta semana por primera vez desde 2007.
Desde Vontobel explican la importancia que tiene el tipo real para establecer el nivel de restrictividad de la política monetaria. Incluso con bajadas de tipos, la Fed podría estar haciendo su política cada vez más restrictiva
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“A medida que la inflación estadounidense sigue cayendo, el tipo nominal de los fondos federales se vuelve aún más restrictivo para la economía estadounidense. Tanto Powell como Williams, presidente de la Fed de Nueva York, han indicado recientemente que tendrán que ajustar los tipos a la baja para mantener los tipos de interés reales al menos constantes, con el objetivo de mantener un nivel máximo deseado de restrictividad”, explica Mondher Bettaieb-Loriot, director de deuda corporativa de Vontobel.
“Así pues, podríamos estar avanzando hacia una configuración restrictiva durante más tiempo, en la que el banco central aplicaría recortes de tipos a partir de 2024, a medida que la inflación siga desacelerándose y hasta que la economía vuelva a una inflación subyacente del 2%”, indica.