Han pasado justo dos años desde que el Banco Central Europeo (BCE) levantara la restricción a las entidades bancarias del reparto de dividendos que impuso en marzo de 2020 como medida para conservar el máximo capital posible de la banca para hacer frente a las consecuencias de la crisis económica derivada de la pandemia sanitaria. Fue entonces cuando, además del retorno al pago al accionista, las entidades financieras abrieron una vía más para compensar al inversor: las recompras de acciones, una forma de remuneración que antes de la crisis sanitaria utilizaban algunos bancos europeos y ninguno español, ya que entonces las circunstancias eran otras.
Esta forma de retribución se ha popularizado tanto en los últimos años en todo el mundo, y todos los sectores, que las recompras de acciones mundial casi conseguía igualar a los dividendos en 2022, según datos del suplemento de Janus Henderson Global Dividend Index. En el segmento bancario europeo, más de la mitad de las compañías incrementaron los programas de compra de sus propias acciones en 2022, con respecto a 2021
Una tendencia que parece consolidarse también este año en la región después de que el sector bancario haya superado con holgura los test de estrés, así como el aumento que deja el alza de tipos de interés en los ingresos y beneficios del sector. Además de las recompras ya anunciadas tras los resultados del primer trimestre del año, que siguen en vigor hasta finales de año –como el caso de ING Group, Commerbank o BNP Paribas–, otros titanes europeos como HSBC o Deutsche Bank anunciaban nuevos programas tras rendir cuentas ante el mercado de los resultados del segundo trimestre. En España, esta moda también aprieta fuerte y, entre los grandes, CaixaBank, BBVA y Banco Santander tienen puestas en marcha recompras que ascienden a más de 1.500 millones en conjunto.
El francés BNP Paribas ofrece uno de los programas más ambiciosos: 5.000 millones de euros. La entidad gala, tras obtener un beneficio neto de 10.196 millones de euros en 2022, anunciaba en febrero su plan de recompra, incluyendo 4.000 millones relacionados con la venta de Bank of the West y otros 1.000 millones de euros con la distribución ordinaria. Este programa se ha llevado a cabo en dos tramos. El segundo, de 2.500 millones de euros, comenzaba el 7 de agosto y pretende completarlo para el 8 de diciembre, según informaba en un comunicado.
Por su parte, tras los resultados del primer trimestre del grupo holandés ING, que superaron con creces las expectativas del mercado motivado por el impacto positivo en sus márgenes de la subida de los tipos de interés, el banco también anunciaba un plan de recompra de 1.500 millones de euros en mayo, que finalizará el próximo mes de octubre.
Más recompras
Pese a que Deutsche Bank no brilló por sus cuentas del segundo trimestre, con un retroceso del 8,9% respecto al resultado del año anterior, el banco más grande de Alemania recordaba que el programa de compra de 450 millones de acciones propias comenzaría a lo largo del mes de agosto y concluirá antes de finales de año. “Estamos muy satisfechos de que, con la aprobación de nuestra autoridad supervisora, podamos continuar en la senda de devolver capital a nuestros accionistas”, indicaba el consejero delegado Christian Sewing .
HSBC, que registró un beneficio neto de 15.401 millones de euros en los seis primeros meses de 2023, anunciaba en la presentación de sus cuentas un nuevo programa de recompra de acciones propias de 1.815 millones de euros. El banco informaba de un segundo dividendo provisional de 0,10 dólares, y añadía que “aún se espera una capacidad de distribución adicional sustancial en el futuro”.
En cuanto a las españolas, aupadas también por un contexto de alza de tipos, CaixaBank anunció una recompra de 500 millones ya contemplada en su plan. “La fortaleza de capital lleva a CaixaBank a anunciar un programa por importe de 500 millones (2% del capital), y se sitúa en camino para batir el objetivo planteado en el plan estratégico de distribución de 9.000 millones entre dividendo en efectivo y programas de recompra de acciones”, indican desde Renta 4. BBVA, con una ratio de capital de máxima calidad del 12,99%, hacía lo propio y anunciaba en su presentación de cuentas el objetivo de destinar otros 1.000 millones a recomprar títulos propios en el tercer programa que llevará a cabo.
Santander, por su parte, que su política actual comprende dedicar un 50% del beneficio a remunerar al accionista (la mitad en efectivo y la otra mitad con recompras) dedicará el 25% de los beneficios de 2023 a buyback.